Paseando por los puestos del
mercadillo organizado en Sa Possessió (Palma) cada domingo, en una de las zonas
encontramos unos farolillos colgados de las ramas de unos árboles.
Hay que decir que el entorno es
precioso, y me ha encantado la idea de utilizar el espacio como reclamo
cultural y de promoción de la artesanía, así como un lugar donde adultos y niños
pueden pasear y disfrutar, unos de un espectáculo de teatro y canciones infantiles,
y otros de rebuscar entre los artesanos y charlar tomando una caña o refresco.
Una vez que la noche fue cayendo, los
farolillos llamaban la atención en el centro del jardín, y unas amigas de mi
hermana, todas unas artistas y payasas por horas (en el sentido literal de la
palabra) fueron a preguntar cómo se hacían.
El proceso es muy fácil:
Se necesitan globos (según el número de farolillos que se
quieran hacer).
Papel higiénico,
Cola
E imaginación para decorar el
farolillo.
Hinchamos el globo y le vamos
pegando papel higiénico alrededor, impregnándolo con cola hasta que quede seco. En
la parte de arriba ponemos un alambre alrededor y otro para colgarlo (en este
caso a una rama de un árbol).
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