Son
muchas las películas o series yankies en la que el chico abusón del “insti” le
robaba los sándwiches al resto de los compañeros.
Aquí
éramos más del mini cartón de leche que nos daban en el recreo. Que conste que
a mí nunca me gustó la leche blanca. Con ello quiero decir, que si no llevaba
unas 5 cucharadas soperas de cacao (me daba igual la marca) me abría en
arcadas. Aunque igualmente me sentaba fatal. Ahora a este fenómeno se le conoce como
intolerancia a la lactosa, y los padres están más concienciados, pero de aquella o te bebías tus tres vasos de
leche al día o te ibas a quedar raquítico.
Cartón leche cristal: Fred&Friends
Lo
de los sándwiches nunca se estiló. Sí, el bocata de 50 pesetas del bar de la esquina
que llegaba para dos personas. Así que el invento que os muestro hoy no se sí será
de gran utilidad en un colegio español, pero sin duda ya nada volverá a ser lo
mismo en los institutos americanos.
Se
trata de unas bolsas antirrobo, más que nada por el asquito que da ver que el sándwich lleno de moho…
Podéis
comprarlas en el siguiente enlace.
También
hay la versión “bicho” pero esta da menos el pego.
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