martes, 15 de enero de 2013

****El cazador de olores****


Estaba esperando en la calle que cruza con la avenida donde viven sus suegros, a que la recogiesen para ir a jugar un partido con el equipo. Era sábado, temprano y hacía mucho frio. Abrigada con un anorak y con la equipación, leía el periódico en el móvil para hacer la espera más amena. De repente, un señor mayor elegantemente vestido, se acercó a la muchacha. Esta pensó que le iba a preguntar algo del deporte o simplemente la hora. Muy amablemente se disculpó y se dirigió a la chica.
-   Perdone que me haya dado la vuelta, pero tenía que preguntarle, si no es indiscreción ¿qué colonia usa?
La pregunta la dejó un poco descolocada.
-   Son los olores que suelen gustarle a mi  mujer.
La chica no era fiel a ninguna marca, y el bote de colonia lo había comprado, después de probar un par de ellos, en una droguería donde había otros muchos que se suponen imitaciones de marcas conocidas.

-   No se preocupe. No es ninguna molestia. Sinceramente he de decirle que  tendría que míralo, porque no tengo ni idea de que marca es- mientras, empezó a pensar en el bote, repasándolo concienzudamente, a ver si en algún lugar ponía en que fragancia se “inspiraba”-.
-   Es que mi mujer lleva unos años buscando un nuevo perfume. Ella siempre había usado Chanel Nº5, y hace unos años, en un hotel en Santander, se le cayó en medio de la habitación. El contenido debió de hacer reacción con la madera del suelo, y no se imagina el olor tan horrible que desprendía. Las chicas que limpiaban en el hotel intentaron por todos los medios posibles hacer desaparecer el hedor. Probaron con todo, pero no hubo manera. Desde aquella le cogió manía.
Todos los años le regalamos nuevas colonias pero no ha llegado aún a encontrar ese olor al que serle fiel como lo era al Chanel. 

-Pues sinceramente, ahora que lo pienso, creo que en el bote no vienen ninguna marca.
- Y usted ¿suele estar amenudo por esta zona?
- Durante la semana suelo comer aquí al lado.
- Y ¿tiene  cinta adhesiva en su casa?
- Sí, claro.
El señor se acercó al portal que había justo donde estaban hablando y señalando la pared que estaba pegada al portal, se agachó y marcó un punto exacto. Le dijo que en el caso de que apareciese el nombre o se acordase debería dejarle una nota en la que únicamente escribiese en nombre de la colonia. 
     - Me comprometo a mirarlo y el lunes le pondría la nota. En el caso de que pase por aquí y no vea ningún papel querrá decir que no viene la marca en el frasco, y así no tiene que molestarse todos los días en buscar la respuesta. Perdone pero tengo que irme que me están esperando en ese coche.
     - Buenos días, se lo agradezco.
     - Buenos días.

·         Basado en hechos reales.

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