Potilla o cepilla, como quieran llamarla. O mejor la cepilla-potilla. El virus contagioso lo llevó durante 602 km para expulsarlo en casa de Botillo. De ahí lo de de potilla, y lo de cepilla.
Carreras al baño. Una, dos y finalmente cae un tercero.
Cuarentena obligada en un sofá abierto. Acurrucados como piezas de tetris, piensa que pueden encajar todos mientras pasan las horas y minutos, y empiezan a sonar las olas de voces rompiendo contra los edificios próximos a la Nasti. Es como un rumor continuo. Como el mar. Después de un momento de calma llega la serie, y si estas atento puedes escuchar lo que este te quiere decir. “Donde están las llaves matarile rile rile…” -Ruge y el rugido te mece y te duerme.
Nace el día en el sofá y hay que regresar. El virus desaparece.
¡Botilla y las potillas! Jajaja... ¡No lo había visto!
ResponderEliminarUn besito!!
y botillo como un roble
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